¿Cuándo eres rico? (1/2)

Por Alejandro Fernández W.

Analista financiero

No hay duda de que las cosas importantes en la vida tienen un alto grado de relatividad. Es decir: Para los gustos, los colores. Si lo duda, piense en la belleza, el transcurrir del tiempo o el valor del dinero.

De jovencito, la Princesa Leia, con sus moños estilo audífonos, era (a mis ocho años) la definición de una mujer bella. El verano de 1980, cuando vi “Star Wars” por primera vez en el cine, duró todo una eternidad. En esa época, los pocos pesos que mi abuela gastaba en el “diario” de su casa en Santiago donde vacacionábamos, era todo el dinero del mundo.

Ahora, peco de ridículo recordando el disfraz de la “Princesa”, los meses de un “verano” transcurren en un abrir y cerrar de ojos, y no haría mucho esfuerzo para guardar una moneda de cinco pesos.

La reflexión viene al caso por nuestra extraña relación con el dinero, con nuestros ingresos y nuestra definición de lo que nos hace “ricos” del punto de vista material, económico o financiero.