Esto es un gracias, no un adiós

Hay un momento para todo bajo el sol, y para este escribidor financiero llegó el momento de poner en pausa esta columna y de despedirse de tantos lectores y seguidores que a lo largo de los últimos 15 años han tenido la amabilidad y la generosidad de dedicarle un breve rato de sus jueves para leerle.

A partir del 16 de agosto, como ya muchos sabrán, asumiré un gran reto profesional, personal y como dominicano, pues me dedicaré a servir al país desde la Superintendencia de Bancos, donde espero poder llevar a la práctica algunas de las ideas y las propuestas hechas desde este espacio de los jueves.

Será, sin lugar a dudas, el honor y el reto de mi vida, no solo por la gran responsabilidad que implica supervisar y acompañar un sistema financiero de miles de millones de dólares y cerca de 3 millones de usuarios, sino por los tiempos de pandemia que vivimos como nación y como humanidad.

Asumiré el desafío de la mano de un equipo de líderes políticos, profesionales y técnicos con una gran vocación de servicio, de impecables hojas de vida, profesionales, con valores morales y un fuerte compromiso con el proceso de cambio que requiere toda la sociedad dominicana.

Durante el último año he sido parte del equipo económico conformado por el hoy presidente electo, Luis Abinader, y puedo dar fe pública de que los destinos del país, en general, y específicamente en el aspecto económico, estarán en buenas manos.

La experiencia de escribidor

“El dolor de la separación no es nada comparado con la alegría de reunirse de nuevo” Charles Dickens (1812-1870)