El etiquetado en español, bajo el fuego cruzado de guerra silente

Rótulo en idioma local es la norma en toda la región. Incluye alertas por transgénicos

SANTO DOMINGO. Un fantasma recorre América Latina, y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se llama “Codex Alimentarius”.

Esta norma (que significa “código de los alimentos”) es una colección reconocida internacionalmente de estándares, prácticas y guías que incluyen las recomendaciones relativas a los alimentos, su producción y seguridad alimentaria, que tiene el objetivo de proteger al consumidor

El primer fuego cruzado se dio en República Dominicana desde por lo menos el 2009, cuando Pro Consumidor aprobó el Reglamento Técnico de la norma Nordom 53, antes emitida por la entonces llamada Dirección General de Normas y Calidad (Digenor).

El blanco del fuego cruzado, en el reglamento dice así: “Las inscripciones en las etiquetas deben ser hechas en forma tal que no desaparezcan bajo condiciones de uso normal, ser fácilmente legibles a simple vista y redactadas en el idioma español, o en el español y otro idioma”.

Desde ese año y hasta la fecha no se implementaba, o se hacia a medias, mediante el pegado en algunos productos de una etiqueta complementaria, con la traducción al español de la original, pero que con frecuencia era ilegible.

Entonces, como ahora, la Asociación de Industria de la República Dominicana (AIRD), cuyos miembros tienen sus productos bajo la competencia de las importaciones de los alimentos pre envasados, apoyó de forma entusiasta la norma. Su vicepresidenta Ejecutiva, Circe Almánzar, declaró sentirse “complacida con la medida”.