Emprendedores tecnológicos cubanos obligados a “reinventar la rueda”

La baja tasa de acceso a internet los obliga a generar formatos de contenidos que se puedan ver sin conexión a la red.

En esta foto de archivo del 1 de abril de 2014, estudiantes cubanos buscan señal de internet para sus smartphones en La Habana, Cuba. (.AP Foto/Ramon Espinosa.)

MIAMI. Poner en marcha una empresa tecnológica en medio de un entorno de restricciones como ocurre en Cuba puede parecer una locura pero es un ejercicio que lleva a “reinventar la rueda”, según señalaron programadores de la isla reunidos en el foro AngelSummit Americas que concluye hoy en Miami.

“Somos un portal de la creatividad cubana”, señaló a Efe Eliecer Cabrera, cofundador y director ejecutivo de la plataforma Conoce Cuba, una guía de sitios y comercios de la isla que se puede ver en los sistemas operativos Android, iOS, Windows y Mac, pero también “offline”.

Según explicó, los contenidos de su aplicación viajan no solo por internet, sino también con “personas, discos duros, memorias o en teléfonos celulares”, debido a que la baja tasa de acceso a internet los obliga a generar formatos de contenidos que se puedan ver sin conexión a la red.

“La creatividad aflora. Cuando no teníamos internet, teníamos que buscar soluciones y muchas veces tuvimos que reinventar la rueda”, agrega este joven programador, que junto con Pablo Rodríguez puso en marcha en 2013 esta plataforma que en la actualidad da trabajo a unas 30 personas.

El de Cabrera y Rodríguez es uno de los ejemplos que grafica el auge que vive el sector innovador tecnológico en Cuba, en parte debido a las medidas gubernamentales para ampliar el acceso a internet, lo que en 2015 arrojó un promedio de más de 150.000 accesos diarios a la red.

Salvo aquellos pocos que tienen autorización oficial para poseer una conexión particular en sus hogares, el resto de cubanos accede a internet en salas de navegación oficiales y en sitios públicos de conexión inalámbrica ubicados en parques y plazas, abiertos en julio de 2015 y que ya suman unos 65 en toda la isla.