GM cede a la presión de Trump y traslada parte de su producción a EEUU

Hyundai también anunció hoy que incrementará sus inversiones en Estados Unidos en 3.100 millones de dólares en cinco años

Las inversiones de General Motors en EEUU crearán 1,500 nuevos empleos (AP)

WASHINGTON. General Motors (GM), el último de los fabricantes que se había resistido a las amenazas del presidente electo Donald Trump, claudicó hoy al anunciar inversiones en EE.UU. y el traslado de parte de su producción de México a Estados Unidos.

GM señaló en un comunicado que invertirá “1,000 millones de dólares adicionales” en sus plantas en Estados Unidos. En lo que GM no fue tan claro es cuántos nuevos empleos creará la inversión, ya que tan sólo hizo referencia a que está vinculada a “una combinación de 1,500 empleos nuevos y retenidos”.

El fabricante también anunció que “empezará a trabajar” en la producción interna en Michigan de su próxima generación de ejes para camionetas “pickup” grandes, “incluido trabajo anteriormente realizado en México”, lo que creará 450 empleos en Estados Unidos.

Desde Seúl, el grupo Hyundai también anunció hoy que incrementará sus inversiones en Estados Unidos en 3,100 millones de dólares durante los próximos cinco años y que se plantea incluso la creación de una nueva planta de montaje en el país.

Estos planes suponen un aumento de casi el 50% con respecto a los 2,100 millones que el fabricante surcoreano invirtió en Estados Unidos durante los cinco años previos.

El anuncio de GM fue rápidamente aprovechado por Trump, que desde el inicio de su campaña presidencial ha presionado a los fabricantes de automóviles para que reduzcan su producción en México.

Pero con todos los demás fabricantes de automóviles anunciando medidas para calmar a Trump, GM ha cambiado su curso.

El primer fabricante en ceder a Trump fue precisamente el primero que fue el objeto de las críticas del presidente electo, Ford.

La cancelación por parte de Ford, empresa que fue amenazada por Trump durante la campaña electoral con un arancel del 35 %, de una inversión de 1.600 millones de dólares en México, parece haber surtido efecto.

Trump ha dejado de atacar a Ford a pesar de que el fabricante mantendrá la producción del Focus en México, lo que el presidente electo había exigido.

Toyota, quien también recibió amenazas arancelarias de Trump, anunció durante NAIAS inversiones de 10.000 millones de dólares en EE.UU. durante los próximos cinco años.

Y el grupo Fiat Chrysler (FCA), aunque no fue criticado por Trump, decidió anticiparse al presidente electo y publicó el pasado 8 de enero que invertirá 1.000 millones de dólares en sus plantas de Estados Unidos.

La oleada de anuncios de inversiones en Estados Unidos por parte de los fabricantes de automóviles ha surtido efecto: Trump ha pasado de amenazar a las empresas a felicitarlas por sus inversiones en el país.

“Finalmente está ocurriendo: Fiat Chrysler acaba de anunciar planes para invertir 1.000 MILLONES de dólares en sus plantas de Michigan y Ohio, creando 2.000 puestos de trabajo”, afirmó Trump el pasado 10 de enero en Twitter antes de agradecer a FCA y Ford sus decisiones.