Las bolsas, otra vez en rojo pese a las medidas del banco central chino

Las bolsas de Shanghái y Shenzhen volvieron a cerrar en rojo

Una pantalla muestra datos del índice Hang Seng en Hong Kong (China) hoy, 26 de agosto de 2015. (EFE/Jerome Favre)

LONDRES. Las principales bolsas europeas cerraron en rojo este miércoles, en la estela de las chinas, aunque Wall Street subía con fuerza, en un clima de incertidumbre por la eficacia de las medidas adoptadas por el banco central chino.

Los mercados europeos se mostraron muy volátiles a lo largo de la sesión que pasó del rojo al verde y de nuevo al rojo. Londres perdió 1,68%, París, 1,40%, Fráncfort y Madrid 1,29% y Milán 0,81%.

“Mientras el mercado no tenga mayor visibilidad sobre el impacto de China en la economía, existe el riesgo de que haya más sesiones volátiles”, advierte Mikaël Jacoby, responsable para Europa occidental de Oddo Securities.

Las bolsas de Shanghái y Shenzhen volvieron a cerrar en rojo, perdiendo respectivamente 1,27% y 3,05%,

“Pese a la intervención del Banco Popular de China, persiste la preocupación por la salud de la segunda economía mundial ya que las medidas adoptadas podrían resultar demasiado tímidas para relanzar duraderamente la economía”, estiman los analistas de Saxo Banque en una nota.

El banco central chino (PBOC) recortó el martes por quinta ocasión los tipos de interés, en 0,25%, y redujo las reservas obligatorias de los bancos que en la práctica equivale a una inyección masiva de liquidez.

’Riesgos de crash’

Muchos investigadores se preguntan si las intervenciones del PBOC bastan para relanzar la máquina.

“Si las dificultades de los mercados financieros chinos y de la economía real en el país se agravan, sin que el gobierno logre enderezar la situación, no se descarta un crash financiero y económico de gran calado”, comenta Christophe Donay, estratega de Pictet Wealth Management.

“Actualmente es el mayor riesgo para la economía y los mercados mundiales”, considera.

Aunque son bienvenidas, las medidas expansivas del PBOC no van a lograr relanzar la actividad económica, las inversiones ni el consumo, a menos que el gobierno adopte medidas más contundentes, en particular presupuestarias y de gasto público, opinan los analistas.

“Hay que disipar el exceso de pesimismo y restaurar la confianza (de los inversores). Se necesitarán medidas de apoyo adicionales las próximas semanas y los próximos meses”, insistía Frederic Neumann, economista de HSBC en Hong Kong, citado por Bloomberg News.

Tras décadas de crecimiento de dos dígitos, las autoridades chinas deben convencer de que en el futuro el incremento de la actividad será mucho más moderado y más duradero, sostenido por el consumo interno, en vez de las exportaciones y las inversiones como ha sido hasta ahora.

Pero el cambio se hace con dolor. China devaluó su moneda en un 2% el 11 de agosto, asegurando que se trata de acercar el yuan a su valor “real”.

Este gesto ha sido interpretado como un esfuerzo para incentivar las exportaciones y ha suscitado interrogantes sobre el estado de sus finanzas.

Por Emmy Varley