Psicocosmética, ¿pueden los cosméticos hacerte sentir mejor?

Este término defiende la idea de que los productos de belleza no solo cuidan la piel; también proporcionan bienestar, gracias a la conexión que existe entre el cerebro y la piel

Es importante distinguir entre el autocuidado y la idea de recibir un bienestar significativo a través de los cosméticos. (Freepik)

Si pensamos en cosmética y psicología, quizás a la primera entendamos que no hay mucha relación entre ambas. Sin embargo, si analizamos bien, sí están ligadas, pues a fin de cuentas vernos bien, tener una piel y cabello cuidados nos ayuda a subir la autoestima y ser más felices. Es a partir de eso de surge el concepto psicocosmética, el cual está cobrando gran popularidad en el mundo beauty.

Este término defiende la idea de que los productos de belleza no solo cuidan la piel; también proporcionan bienestar, gracias a la conexión que existe entre el cerebro y la piel, explica una publicación en el portal La Vanguardia. Pero como la intención de los cosméticos de calidad siempre ha sido proporcionar una experiencia psicológica positiva y satisfactoria, la psicocosmética o neurocosmética, como también se le conoce, no viene a aportar ninguna novedad.

Así lo sugiere Rafael San Román, psicólogo de ifeel, plataforma que permite conectar de forma online con profesionales de la salud mental, quien indica que estas cualidades vienen integradas en el propio concepto del producto. “Si fuera un logro de estos productos de última generación, tendríamos que usar este lenguaje con cualquier cosa que pudiéramos hacer o consumir capaces de proporcionarnos bienestar, plenitud y emociones positivas profundas”, revela, para luego añadir que de ser así caeríamos en lo absurdo, y todo se llamaría psicodecoracón, psicovestuario, psicoalimentación, psicodeporte.

Aunque el profesional no pone en duda la eficacia de los productos que se venden en el mercado bajo la etiqueta de psicocosmética, es importante distinguir entre el autocuidado y la idea de recibir un bienestar significativo a través de los cosméticos. “Si tu autoestima está dañada porque tu piel está deshidratada o porque tienes manchas, entonces tu autoestima va a mejorar si cuidas y maquillas tu piel con los productos adecuados. Pero si tu autoestima no tiene que ver con el estado de tu piel, entonces tu satisfacción contigo misma y tu falta de seguridad no van a mejorar significativamente por muchos psicocosméticos que te apliques”, dice.

Para él, lo correcto es que además de cuidar el físico también haya preocupación por lo interior e ir tras el verdadero desarrollo personal, sea espontáneo o logrado gracias a una terapia psicológica. “Las arrugas salen solas, pero la mala cara, la ausencia de brillo, el deterioro de tu cuerpo tiene una enorme relación con tu malestar psicológico”, explica, para luego concluir que en casos como esos lo mejor es ponerse en manos de profesionales.