A esta familiar de la carambola, la amas o la temes

Si existe un sabor que llega hasta los tímpanos, ese es el del vinagrillo. En esta fruta tropical familia de la carambola hay una delicia salvaje y tan misteriosa como la de los ajíes picantes, que habiendo paladares que los odian, existen también los que los aman con adicción y locura.

No en vano ambos se combinan para hacer un “agrio picante” para adobar cualquier plato que se te antoje. Ricos en vitamina C, coinciden en ser sabores memorables, en la que la confusión no cabe; el ají picante pica “hasta sacarte humo por las orejas” y el vinagrillo es tan agrio que da “dentera en los oídos”. Son las comparaciones que se hacen para describir una intensidad tal, que la realidad no alcanza.

Cuando está verde es deliciosamente crujiente y cuando está maduro es sumamente blando y acuoso. En ninguno de los dos estados varía la intensidad ácida.

Esta frutita es rica en agua, tiene proteína, fibra, ceniza, calcio, fósforo, hierro, caroteno, tiamina, riboflamina y ácido ascórbico. Lo mejor es que contrario a su familiar la carambola, cuyo consumo debe restringirse en personas con patologías renales; el vinagrillo, hasta el momento, no causa ningún daño para la salud, a menos que ya los tengas. Las personas que tienen restringido el consumo de cítricos no deberían ni mirar el vinagrillo, ya que su acidez es alta.

Deliciosa bebida refrescante

Además de ser una fruta llena de beneficios para el cuerpo, un licuado con ella es una excelente opción para refrescar la tarde, ya sea como jugo o coctel. Cualquiera de las dos opciones será fenomenal, incluso aun si decides mezclar con otros cítricos como la naranja, la chinola o cualquier otro que tengas a mano.