Cuatro estrategias para disciplinar a tus hijos sin gritar

¿Es posible criar sin recurrir a los gritos? Claro que sí; solo hace falta implementar estrategias proactivas para mantenerte firme sin caer en el enojo

Para evitar gritar a tus hijos, debes comunicarte con ellos de la forma más clara posible. (Shutterstock)

¿Eres de los padres que, con frecuencia, pierde la paciencia y termina gritando a sus hijos? En caso de que lo seas, no te culpamos, pues a muchos de nosotros nos criaron de esa forma. Sin embargo, sí te aclaramos algo: gritar no es una estrategia válida para disciplinar, pues esta solo logra empeorar el comportamiento de tus pequeños.

La mayoría de las veces, según explica la psicología infanto-juvenil Rachel Barouch en su cuenta de Instagram @crianzaholisticard, los gritos son un reflejo de cómo gestionamos nuestros sentimientos de frustración ante las malas conductas de los hijos.

¿Es posible criar sin recurrir a los gritos? Claro que sí. De acuerdo con la experta, solo hace falta implementar estrategias proactivas para mantenerte firme sin caer en el enojo. A continuación, te listamos cuatro que Barouch comparte con sus seguidores:

Traza reglas claras. Cuando dices a tu hijo, por ejemplo, que debe portarse bien, no estás siendo lo suficientemente claro, pues se trata de una frase muy ambigua. Intenta mejor comunicar con precisión cuáles son tus expectativas. “Debes hacer tus tareas antes de jugar”, “no debes treparte en las mesas”.

Establece consecuencias lógicas. Primero debes saber que las consecuencias lógicas no son castigos, pues con ellas se busca hacer entender a tu pequeño lo que esperas de él y no demostrar una autoridad malentendida. Tal como señala el portal Educar es todo, esas consecuencias deben estar relacionadas con la conducta que quieres corregir, has de haberlas anticipado y deben ser respetuosas.

Reconoce lo positivo. Quizá te parezca que no debes ‘felicitar’ a tu hijo por hacer lo que le corresponde, pero una buena forma de que note que no solo resaltas lo malo es reconocer las cosas que hace bien. Dar atención positiva a los niños ayuda a disminuir su necesidad de llamar la atención de forma negativa.

Comunica el mensaje de forma asertiva. ¿Qué tal si en lugar de repetir lo mismo a tu pequeño hasta perder la paciencia, le comunicas y actúas? Si se subió a una mesa, por ejemplo, explícale que puede lastimarse, bájalo y llévalo a un lugar donde sí pueda jugar. Cuando accionas en lugar de solo hablar, el mensaje se entiende mejor.