Estos son los alimentos que te ayudarán a acabar con el estrés

Una buena alimentación es fundamental para controlar el estrés y la ansiedad

El estrés provoca irritabilidad, falta de concentración y nerviosismo. (Shutterstock)

Una de las causas principales del estrés es tener los niveles bajos de glucosa en sangre, ya que provocan irritabilidad, falta de concentración y nerviosismo, lo cual hace que nos sintamos aún más estresados. Además en situaciones de estrés producimos más adrenalina, y ésta acelera nuestro metabolismo, lo que hace que aumentemos el consumo de carbohidratos, proteínas y grasas. De manera que si hay un consumo rápido de carbohidratos nuestra glucosa en sangre sufre altibajos constantes y nuestro cerebro lo nota provocando el deseo de comer más alimentos, reacción bien conocida por personas que sufren de estrés. Por ello, debemos ser fuertes y evitar recurrir a alimentos llenos de azúcares y grasas saturadas por mucho que nos apetezcan porque a la larga contribuyen a aumentar nuestros niveles de estrés.

Qué debemos comer:

Alimentos con un índice glucémico bajo: cereales integrales, verduras, legumbres... ayudarán a mantener nuestros niveles energéticos estables y a reducir antojos y ansiedad. Además los cereales integrales ricos en triptófano ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo. Una dieta rica en hidratos de carbono de asimilación lenta ayuda a alimentar el cerebro y a reducir los niveles de estrés.

Alimentos ricos en vitamina C: en situaciones de estrés nuestro organismo utiliza más cantidad de esta vitamina, por ello, en situaciones de estrés es importante aumentar el consumo de alimentos que la proporcionen: las verduras de hojas verdes como la col y el brócoli son incluso más ricas en esta vitamina que las naranjas.

Alimentos ricos en Magnesio: el magnesio ayuda a prevenir la ansiedad y está recomendado en tratamientos contra el estrés y la depresión. Relaja los músculos del cuerpo y tiene un efecto relajante sobre el sistema nervioso. Podemos encontrar cantidades importantes de magnesio en semillas de calabaza, almendras, avellanas, nueces, soja, garbanzos, perejil...

En 3 semanas deberías empezar a notar cambios, para entonces tu plasma sanguíneo ya habrá cambiado, y los niveles de alcalinidad se habrán normalizado. En 4 meses habrá cambiado completamente la calidad de tu sangre y podrás notar profundamente los efectos de la nueva alimentación.

Si además te mantienes mental y físicamente activo, cuentas con una actitud positiva y optimista y te ayudas de un buen descanso diario, no solo reducirás el estrés y combatirás la irritabilidad, también beneficiarás tu memoria y ayudarás a tu sistema inmunológico.