Llega la arquitectura mutante

Arquitectura que cambia de forma y se adapta a su entorno

Tres estructuras montadas dan sombra en un parque de la ciudad alemana de Sttugart dando lugar al concepto de la arquitectura mutante. (Institute for Computational Design and Construction (ICD)- University of Stuttgart.)

Un techo para espacios abiertos que cambia su configuración con la ayuda de drones, adaptándose al movimiento del sol y dando una sombra constante a quienes están debajo, inaugura el concepto de arquitectura mutante, consistente en estructuras capaces de moverse, cambiar de forma, aprender y adaptarse al entorno.

Como un toldo o dosel adaptativo que va cambiando de forma y configuración a cada instante con la ayuda de unos drones. Así podría describirse el nuevo sistema de arquitectura inteligente desarrollado de la Universidad de Stuttgart (UoS) en Alemania.

La estructura está compuesta por tres elementos: una serie de paneles poliédricos, movibles y acoplables; los pilares fijos asentados en la tierra que los sostienen; y unos robots voladores que cambian la posición de los paneles a medida que el sol se desplaza por el cielo, para mantener la sombra a gusto de quienes están debajo.

“Este dosel reconfigurable ha sido desarrollado por el Instituto de diseño y construcción computacional (ICD) de la UoS y denominado Cyber Physical Macro Materials (CPMM), un nuevo sistema arquitectónico para espacios abiertos, autónomo, dinámico e inteligente”, según el ICD.

Material de Construcción ‘Ciberofísico’.

Arquitectura que cambia según las necesidades.

“Este proyecto, que integra elementos o “marcos”, tanto físicos como digitales, es un prototipo para demostrar las potencialidades de una arquitectura autónoma o mutante”, explica a Efe Dylan Marx Wood, investigador asociado en el ICD.

Según Wood, este sistema podría ser especialmente útil “como un toldo o techo temporal para grandes espacios públicos, parques o plazas, que tienen múltiples usos. Este toldo puede cambiar drásticamente a lo largo del día, en la semana o según la época del año”.

“Además, el sistema flexible y autónomo puede ser ensamblado y reensamblado por vía aérea, adaptándose a diferentes usos sin utilizar equipos de construcción tradicionales como grúas o camiones, así como a diferentes tamaños y geometrías urbanas, como calles estrechas o espacios abiertos2, añade.

Wood imagina un dosel que se mueve cada hora por todo el parque central de la ciudad, pudiendo actuar como un gran techo, dividirse en numerosos refugios más pequeños o transportarse a una zona de almacenamiento durante un huracán.

“Lo más interesante de este sistema arquitectónico es que puede comenzar a planificar y actuar de manera autónoma y, a medida que las tecnologías y algoritmos asociados a este nuevo enfoque se vuelvan más sofisticados, los diseñadores y constructores deberán estar listos para una arquitectura con diferentes comportamientos físicos y capaz de modificarse a sí misma”, adelanta Wood.

“De modo similar a los automóviles de conducción autónoma que cambiarán la forma en que usamos, interactuamos, poseemos, compartimos y guardamos los vehículos, la arquitectura mutante cambiará nuestra percepción de los edificios, que dejarán de ser estacionarios, al incorporarles la robótica y la tecnología digital, en su uso y funcionamiento”, recalca./Ricardo Segura