Pasos hacia la inclusión

Este domingo 30 de octubre, en el estadio Cibao, se celebrará el evento cuyo principal mérito ha sido visibilizar el tema de la discapacidad intelectual y la inclusión: Quiéreme Como Soy. Motivados por esto, aquí mostramos algunos de los avances realizados en la materia. Nos falta, sí; pero es indudable que los pasos se están dando.

Antes de comenzar: ¿qué pueden hacer y qué no las personas con discapacidad intelectual?

“Al igual que las personas típicas, los individuos con esta condición pueden estudiar, jugar, trabajar, practicar deportes, bailar y divertirse. Como todos, cada uno tiene habilidades diferentes y su pleno desarrollo dependerá de cuán temprano se comience a trabajar con ellos”, responde la coordinadora académica de la Asociación Dominicana de Síndrome de Down (ADOSID), Milly Rosario.

Abajo el nosotros-ellos

Una de las preguntas más comunes es cómo tratar a las personas con discapacidad intelectual. Maribel de los Santos, experta en educación especial, señala que lo primero a tener en cuenta es que se está relacionando con una persona y merece respeto. “Muchos piensan que son agresivos o muy niños. Estos son estereotipos. En la mayoría de los casos hay ciertas dificultades en el habla pero entienden perfectamente. Hay que tratar de ser empáticos”.

Construyendo un mundo para todos

¿Escuelas para niños con condiciones especiales?

No, según Milly Rosario. Como se apuesta a sociedades inclusivas, el abordaje es a escuelas regulares con currículo adaptado a sus necesidades. “Ambos ganan. Los niños con condiciones especiales porque están en un ambiente que les motiva a socializar, y los niños típicos porque aprenden a ser sensibles y a aceptar la diversidad”. Algunos de los centros educativos que reciben a niños con discapacidad son los colegios que aplican el método Montessori, Escuela nueva, Colegio Paso a Paso, el Santa Teresita, Colegio Salvador Sturla, Circulo Infantil y el Bautista Cristiano. Hoy día, el mayor reto es la inserción laboral.

Mi experiencia

“Para muchas madres, incluyéndome, recibir la noticia de que tu hijo nació con Síndrome de Down equivale a decir que ese hijo tan esperado murió y te lo cambiaron por otro. Cuando por fin lo aceptas, es entonces que empiezas a aprender sobre esta condición, lo que puedes esperar y cómo tratarlo. Luego te das cuenta de que la noticia no es tan mala. Con Lucas, mi hijo, aprendí que es una persona que puede lograr muchas cosas, que tiene mucho amor para dar y que puede aprender y desenvolverse por sí sola. Muchas veces se tiene la falsa creencia de que las personas con esta condición no sirven para nada, que van a vivir pocos años y que siempre van a ser una carga. ¡Nada que ver! Claro que pueden tener dificultades, pero también pueden seguir adelante. Mi mayor satisfacción es que cuando muera, sé que Lucas va a tener una vida que vivir”. —Maribel de los Santos.

Fotos: Romel Cuevas y Marvin del Cid