Sexo, amor y dinero: el trío perfecto para una relación saludable

Es un hecho, no solo de amor vive el hombre. Está comprobado que las relaciones de pareja dependen de muchos factores para su funcionalidad, y entre ellos están: el amor, el sexo y el dinero, siendo uno casi tan determinante como los demás.

Las relaciones son acuerdos que, guiados por un gran sentimiento, hacen que dos personas se unan y compartan bajo un beneficio común, pero cuando uno de estos factores no está en su mejor momento, las demás áreas de la relación se ven afectadas provocando incluso la caducidad de la misma. Según estudios, estos tres temas están separando cada año a más del 50% de las parejas en todo el mundo.

La intimidad del sexo

La terapeuta familiar Ana Simó explica que, a la hora de referirse al sexo, no se debe pensar solo en el coito, que es lo que lamentablemente se asume como sexo y se promueve en el mundo.

“Lo sexual se refiere a la intimidad, es aquí que se hace la diferencia con los amigos comunes y esta es básica para que cualquier relación se desarrolle satisfactoriamente, porque es la que conlleva ese deseo de estar con el otro, ese gustarnos, ese parecernos atractivos, ese querer tener cercanía”, comenta la especialista.

El sexo en una relación es básico para que un matrimonio o pareja perdure, ya que este influye en el buen entendimiento y estabilidad de las relaciones, pues no solo se trata de la conexión física, sino también de la unión que representa en la parte emocional.

El equilibrio del dinero

La asesora en finanzas, Sarah Despradel, dice que las finanzas reflejan un conjunto de decisiones y comportamientos que van atados a un mismo enfoque y emociones, por ende, el manejo de las mismas es un resultado y, por lo tanto, un termómetro para medir el equilibrio de la pareja en términos de luchar por los mismos objetivos.

“Cuando uno de los dos no está en sintonía con los planes del otro o resulta un muro para evolucionar financieramente esto lacera bastante la relación como pareja”, comenta la experta.

Está demostrado que las parejas más estables trabajan como equipo en las finanzas y luchan por el legado que desean crear o por el estilo de vida que desean vivir.

No existe un futuro juntos próspero y exitoso si como pareja ambos no tienen los mismos objetivos, ni trabajan en equipo.

El dinero ha desbaratado muchos matrimonios. “En ocasiones no es la falta del dinero lo que ocasiona las rupturas, sino la desconsideración de la pareja ante una situación económica”, considera la psicóloga Simó.

Al hombre se le acaba el amor cuando está al lado de una mujer desconsiderada, “un hombre que siente que la mujer está “arrecotá” o a la que no le importan las horas de trabajo del hombre, y que solo gasta y gasta... a ese hombre se le acaba el amor”, agrega.

En el caso de las mujeres es distinto, gracias a la cultura las mujeres pierden el amor cuando sienten que llevan la mayor carga económica en la relación. “Cuando la mujer tiene que poner más en la casa, no solo económicamente, sino también con las responsabilidades, la crianza y todo eso, deja de amar, pero se le hace más difícil dar el paso hacia el divorcio o la separación”.

Para que una relación funcione debe haber un equilibrio, donde se sienta el bienestar y cada uno pueda disfrutar de los esfuerzos económicos, mantener la chispa del amor y la intimidad del sexo. Ambos miembros de la relación deben sentir que van hacia un mismo lugar y, aunque la relación presente altas y bajas, los dos deben tener el mismo enfoque.