Tres abonos raros para tus plantas

Tal como lo lees hay cosas que prometen buenos resultados pero que parecen un chiste, de tan raras que son. Aunque en verdad uno de los abonos más efectivos y populares es el estiércol y hasta lo venden en las tiendas especializadas ... ¿Comprar “caca”? Sí, con el nombre de abono orgánico que hará magia en tus plantas.

Sin embargo, no es la única cosa extraña que podría embellecer tu jardín. La sabiduría popular sugiere unos consejos que están para dudarlo, hoy te dejamos tres que estarán a tu responsabilidad probar la efectividad:

“Pipí”

Nos reímos hasta de escribirlo, lo más curioso es que la sugerencia es que sea de humano - ¡qué locura! Según sembradores de la tercera generación orinar sobre tus plantas le hará florecer o echar fruto y no porque la planta se sienta aterrada por tal acción, sino que en este desecho del cuerpo hay nutrientes que son supuestamente beneficiosos para el huerto o jardín ya que le aportaría nitrógeno, fósforo y potasio. La cáscara de guineo tiene potasio y nitrógeno y las cenizas de árboles tienen fósforo, por si prefieres otra opción.

Cabello

Si te cortas los cabellos y no quieres que los “ciempiés” se los coman puede echárselos a tus matas para que tengan nitrógeno; al tiempo que estimula la aparición bacterias favorables para el suelo. ¿Me darías un poco de tu cabello para mis plantas?

Clavar un clavo

¡Toda una agresión! No hay evidencia científica y si la hay la desconocemos que indiquen que las plantas tengan dolor, pero a juzgar de las creencias populares sí saben cuándo hay una amenaza para su existencia. Quienes lo aseguran difieren en el por qué, pero coinciden que si clavas un clavo en el tronco de un árbol que no florece ni da frutos, los resultados cambiarán favorablemente. Otra sugerencia que se hace sobre los clavos, es que, si le pones clavos oxidados a las macetas o tierra próximo a una planta, esto favorecerá la absorción del hierro.

Cada día surgen informaciones curiosas que no hay que descartarlas a la primera, se puede intentar con precaución, para aprobar o refutar la efectividad que tengan.