Un jardín en casa te puede subir el ánimo

Las tradiciones de las tías y las abuelas figuran un buen camino hacia el bienestar. En sus casas pareciera ser ley contar con un jardín o un huerto, sin importar el tamaño del espacio siempre caben varias plantitas convirtiéndole en más acogedor y bonito.

Durante la cuarentena por la pandemia del Covid-19, la búsqueda de “matar el tiempo” llevó a muchos a encontrar un entretenimiento en la siembra de “algo” y la satisfacción se reflejó en las redes sociales porque, aunque muchos los duden, plantar no es una tarea exclusiva de la vejez sino una misión de quienes amamos la vida y actuamos por ella, lo cual tiene sus recompensas evidentes en el estudio de Princeton publicado en Landscape and Urban Planning que contempla el cómo el cuidado de las plantas en el hogar puede impactar positivamente las emociones.

Los jardineros hogareños tienen más altos niveles de felicidad, que quienes realizan otras actividades cotidianas, indica la investigación realizada antes de la pandemia y que abordó una muestra de 370 personas que viven en Minneapolis-St. Paul, Estados Unidos.

Revela además que el nivel de bienestar es aún más en los que siembran vegetales que los que prefieren las plantas ornamentales, quizás porque los primeros establecen una relación más estrecha durante un mayor período de relación entre la persona y la planta. Tiene mucho sentido, ya que la alegría de ver el fruto de una dedicación que abarca contemplar cada hojita nueva, aplaudir cuando brota la flor, celebrar que ésta se ha caído porque viene saliendo el fruto para luego verlo madurar, gratifica con inmensidad a quien protagoniza esa escena.