Yinette Then Comprés, una comunicadora de vocación

Yinette Then Comprés es un ejemplo vivo de lo que sucede cuando realizamos sacrificios para alcanzar nuestro éxito profesional

“El trabajo duro supera al talento cuando el talento no trabaja duro”. Esta frase pertenece a Tim Notke, un entrenador de secundaria, y fue popularizada por el basquetbolista Kevin Durant. Estas palabras se han utilizado para referirse a personas exitosas que quizá no nacieron con un talento, pero que trabajaron tanto en desarrollar la habilidad, que superaron a aquellos que habían nacido con ella.

¿Qué ocurre cuando vamos un paso más allá, y utilizamos el trabajo duro para desarrollar nuestros talentos y alcanzar nuestras metas? La apasionada comunicadora Yinette Then Comprés es un ejemplo vivo de lo que sucede cuando realizamos sacrificios para alcanzar nuestro éxito profesional.

A pesar de que el público actual te está conociendo en Noticias SIN, iniciaste en la segunda etapa del programa infantil “Los Niños Pueden”. ¿Cómo fue esa experiencia?
Era un programa infantil sabatino, conducido por niños y dirigido a niños. Todo ocurrió porque la productora del programa, Sandra Castillo, conocía a mi mamá y ella le externó la pasión que yo tenía por la comunicación. Empecé a los nueve años y duré aproximadamente dos años.

¿En ese momento inició tu pasión por la televisión?
Desde antes. Yo era de las que se paraban frente al espejo con el típico cepillo de peinarse, simulando que era un micrófono, y conducía programas con mis amiguitas imaginarias.

Esa pasión se mantuvo mientras estudiabas Comunicación Publicitaria y trabajabas en una agencia publicitaria en la que realizaste anuncios para medios de comunicación. Luego realizaste una maestría en Gerencia en Comunicación Corporativa.
Sí, esto es lo único que he querido hacer: hablar, comunicar, expresarme, tener contacto con la gente. A mi me encanta eso. Y hasta ahora me dicen que se me da muy bien.

¿Incide tu formación académica en cómo te manejas en los medios de comunicación?
Yo pienso que la formación académica es fundamental para todo, pero si hablamos de cómo influye en mi comportamiento, en mi manera de comunicar y en el manejo de mis redes sociales, pienso que viene de mi formación de hogar. Es una combinación de ambas y de los valores que adquirí en mi familia. Mi trabajo, mis redes, y yo somos un reflejo de eso. Y mi punto de partida es Dios; mi talento proviene de Él y el objetivo es ponerlo a Su servicio, y luego, al de la sociedad.

Los sueños no tienden a llegar a la puerta. Con frecuencia hay que trabajar, crecer y superarse constantemente para lograr alcanzarlos. Cuéntanos sobre el tiempo que invertiste antes de salir en pantalla en Noticias SIN.
Te cuento que a mi no me fueron a tocar mi puerta, “Tun tun, Yinette, ¡hola!, ¿tú quieres trabajar en Noticias SIN?” Yo tenía mucho tiempo con esa espinita de que realmente quería hacer televisión, pero televisión seria. Las noticias y el periodismo me apasionan.

Un día le pregunté a un amigo que trabajaba en Deportes SIN sobre el proceso de castings. Me dijo que no se hacían, pero que se comunicaría con Gary Merson - quien tenía entre sus funciones recibir al nuevo personal que estaría de cara al público -, para grabar una prueba y enseñarla al señor Fernando Hasbún.

Tenía un temorcito de que no se me diera, y lo dejé así, hasta que un día me lo encontré y coordinamos la prueba; al señor Fernando Hasbún le encantó y me entrevistó, pero no tenía vacantes. Él me preguntó sobre mi disponibilidad para ir a practicar porque tenía las condiciones y el talento, pero no manejaba la parte técnica. Le dije, “¡Toda la disponibilidad!”, y empecé yendo dos veces a la semana por dos horas, de 5 a 7 p. m.

Porque tenías un trabajo de tiempo completo.
Sí, trabajaba en el sector de las telecomunicaciones como Coordinadora de la Dirección de Protección al Usuario.

Duré ocho meses en el proceso de práctica, hasta que Gary Merson me dijo, “Yinette, ya no tengo más nada que enseñarte”. Pero yo, con temor de que las cosas fueran a enfriarse, le decía, “No, yo voy a seguir viniendo”, y coordiné con el director de cámaras para ir una vez a la semana.

En ese momento se presentaron unas vacaciones y unos días de licencia, y me llamaron para cubrirlas. Después, el señor Hasbún me abrió un hueco en el fin de semana, aunque esa emisión era de una sola persona. Así entré.

Cuando vemos un rostro exitoso nuevo, pensamos “Overnight sensation!”, desconociendo el proceso que ocurrió detrás de cámaras.
Sí, la gente no conoce el proceso de preparación y de aprendizaje... antes de ir a hacer la prueba, me preparé leyendo en mi casa. Y antes de ir a practicar, pedía que me enviaran los guiones, y ponía en práctica todo lo que había aprendido, frente al espejo y con mi iPad, que utilizaba como si fuera un teleprónter. Esa era la sed, el deseo de aprender y de hacerlo bien.

Y el esfuerzo dio frutos, porque te abrieron un espacio sin tener vacantes.
Entré a la emisión de fin de semana, y ahí mismo Jessica Hasbún se fue a dar a luz a su primer bebé. Conseguí un permiso en el trabajo para ir a cubrir la primera emisión al mediodía durante seis meses. En el canal me dijeron que no tenía que ir los fines de semana porque ya iba a estar de lunes a viernes, pero decidí hacer las dos emisiones al mismo tiempo, de lunes a lunes, porque mi gente era la del fin de semana.

Quería que, cuando saliera de cubrir esa licencia y pasara al fin de semana, la gente estuviera identificada conmigo. Además, me servía de práctica. La práctica hace al maestro; me fogeaba. Ese fue un sacrificio momentáneo que hice por mi desarrollo, de cara al éxito de mi carrera profesional.

¿Qué es lo que te apasiona tanto de la televisión dominicana?
Comunicar es una herramienta muy importante, que tiene poder. Tener la oportunidad de utilizarla a través de una plataforma seria, con credibilidad; de llegarle a la gente que me abre la puerta; que, sin pedirles permiso, me aparezco en sus pantallas... Tener contacto con esas personas, para mi es una magia.

¿Cómo se relaciona tu trabajo como lectora de noticias con tu personalidad?
Mi trabajo y yo nos parecemos totalmente. Yo no tengo una pose; no me transformo para dar noticias. Lo que ves, soy yo. Cuando salgo del noticiario, ves a la misma Yinette que te estaba dando las noticias a las 2 p. m. o a las 7 p. m. Por eso, para mi es súper cómodo, porque es parecido a mi personalidad de sobriedad y de formalidad.

De cara al futuro, ¿qué quisieras hacer en la televisión? Aparte de las noticias, ¿algún otro género te llama la atención?
En el futuro quisiera tener un espacio propio. No es fácil en este país hacer televisión, pero no me rindo.

El formato Entrevista me gusta, pero no las mismas entrevistas a la típica gente del medio. Quiero que mi formato aporte a la sociedad, que restablezca la nacionalidad y que los jóvenes conozcan la historia de nuestro país de una forma moderna, quizás contada por las mismas personas que vivieron esas etapas.

Entretenimiento no creo que yo haría nunca... No quiero decir “nunca”, porque de repente un día me llega una propuesta interesante, con un formato con el que yo esté de acuerdo, que no lacere mi imagen, y de repente sí, lo pueda hacer.

La televisión dominicana suele tener una fama de corrupción. ¿Cómo exiges respeto en un medio de comunicación que no siempre se presta a ser ‘tan sobrio’ ni ‘tan serio’ como tu forma de ser?
¿Sabes lo que pasa? Que, gracias a Dios, hay una línea divisoria que se marca desde el principio. Cuando las personas hablan conmigo, es como una barrera automática, porque se nota. Dentro de mi trayectoria, nunca he tenido una propuesta de ninguna índole ni se me ha cuestionado. Inmediatamente empiezas a conversar con alguien, sabes qué puedes y qué no puedes proponer.

No hay un logro, ascenso o crecimiento profesional que tenga valor si es conseguido de forma indigna y deshonesta. ¿Por qué entrar y ascender de otra manera que no sea por tu capacidad y profesionalismo?
Uno debe tener un compromiso con su generación y con el legado que va a dejar a sus hijos. El otro camino quizás es más fácil, pero no es el adecuado ni el que nos va a enorgullecer.

Se tiende a asociar a la mujer a la imagen, en ocasiones por encima de su desempeño laboral. Sin embargo, tu enfoque es distinto, a pesar de que te han premiado como uno de los rostros más bellos de la televisión dominicana, y de que es un comentario que sale a relucir en entrevistas, incluso antes de hablar de tu trabajo.
La belleza es relativa. Lo que es bonito para mi, quizá no lo es para ti; lo que es feo para ti, quizá es hermoso para mi. La belleza física nunca debe ser un requisito para entrar o escalar en ningún trabajo. Considero que eso es totalmente vano y superficial. El día en que a mi se me valore solo por eso, yo creo que yo dejo esto.

Pero, si bien es cierto que es superficial, también sé que tengo una responsabilidad de lucir un rostro fresco y agradable, no necesariamente por belleza, sino por respeto al público, que entiendo no se merece menos de eso.

Uno debe destacarse, no por un atributo físico, sino por el trabajo que realice y por la aceptación del público. Así yo quiero ser reconocida.

No hay un logro, ascenso o crecimiento profesional que tenga valor si es conseguido de forma indigna y deshonesta.

Uno debe destacarse, no por un atributo físico, sino por el trabajo que realice y por la aceptación del público. Así yo quiero ser reconocida.