Adriana Lima, la madurez de un ángel

“Mi intención es continuar desfilando hasta por lo menos los 40 años”. Así declaraba Adriana Lima sus intenciones en 2017. Sin embargo, ahora que celebra esas 4 décadas, hace ya tres años que colgó sus alas de Victoria Secret y se alejó de las pasarelas.

A día de hoy, sigue siendo una de las supermodelos más famosas, viviendo en la millonaria villa de Indian Creek, en el condado de Miami-Dade en el estado estadounidense de Florida, y compartiendo contenido con sus casi 13 millones de seguidores en Instagram.

Casualidad decisiva

Adriana Lima nació el 12 de junio de 1981 en Salvador de Bahía, Brasil. Sus padres son María da Graça Lima y Nelson Torres. Hija única, su padre las abandonó a ella y a su madre cuando Adriana apenas tenía 6 meses de vida.

Así, Adriana fue criada por su madre en solitario, con unos orígenes humildes. Y, aunque en la escuela había ganado algún concurso de belleza, jamás se había planteado dedicarse profesionalmente al modelaje. Fue, como se podría decir, cosa del destino.

En 1999, con solo 19 años, Adriana Lima desfiló por primera vez para Victoria Secret. Un año después, se convirtió en uno de sus célebres ángeles, y ha abierto los desfiles en los años 2003, 2007, 2008, 2010 y 2012.

En 2008, en la Super Bowl XLII, el anuncio de Victoria’s Secret con Adriana Lima en solitario fue el más visto de la competición y la modelo ha aparecido en más anuncios en otras ediciones. En 2017, fue nombrada el ángel de Victoria’s Secret más valioso.

Mientras tanto, en el amor, se casó con Marko Jaric en 2009, en aquel entonces jugador de la NBA, con quien tuvo dos hijas. Tras cinco años de matrimonio, en 2014 anunciaron su separación y en 2016 anunciaron su divorcio.

Después de eso se le ha relacionado con otros hombres, como el escritor turco Metin Hara con quien rompió en 2019, o el empresario Emir Uyar. En general, la “celebritie” mantiene sus relaciones en un perfil bajo.

A pesar de toda su carrera, el camino como ángel no fue fácil: en 2011 la modelo hizo unas polémicas declaraciones recogidas por The Daily Telegraph, confesando que nueve días antes de un desfile solo tomaba batidos de proteínas, y nada de líquidos durante las 12 horas previas.

“Así te secas y puedes perder hasta 8 libras”, decía. Y, aunque luego matizó que solo era antes de los desfiles, volviendo a un régimen normal tras cada uno de ellos, su dieta se convirtió en una de las más buscadas en 2012.

Dictadura de la perfección

Adriana Lima ha sido y sigue siendo una “top model” de fama internacional. Además, ha participado en series y películas como “The Hire”’, “The Follow”, “How I Met Your Mother”,“The Crazy Ones”, “Ocean’s 8” o “Ugly Betty”.

Y su belleza siempre ha ido acompañada de una gran profesionalidad: Adriana ha sido considerada “la mujer más guapa” del planeta y, en 2018, según la revista Forbes, la cuarta supermodelo mejor pagada.

Ese mismo año, decidió colgar las alas y abandonar Victoria Secret: “Querida Victoria, gracias por enseñarme el mundo, compartir tus secretos y, sobre todo, ya no solo darme alas sino ayudarme a aprender a volar”, escribió en su Instagram en aquel entonces.

Pero hay quien cree que había otros motivos a raíz de publicaciones de Lima en redes sociales: “me di cuenta de que la mayoría de mujeres se levantarán cada día pensando probablemente en cómo encajar en un estereotipo impuesto por la sociedad, la moda y los medios”, escribió.

Según la modelo, “esto no es una forma de vivir, no es saludable ni física ni mentalmente”. Y por eso, hizo una promesa: “no volveré a desnudarme por una causa vacía”, declaró tras confesar que había recibido una nueva oferta.

Pero dejar de ser un ángel no ha hecho que siga trabajando duro: tiene casi 13 millones de seguidores en Instagram donde comparte tanto post profesionales como fotos en las que se muestra al natural.

Y, por supuesto, sigue siendo modelo, demostrando que los tópicos están para romperse: a sus 40 años, la belleza y profesionalidad de Adriana Lima están tan vivas como siempre, y este ángel sin alas sigue teniendo vuelo que recorrer.

Por Nora Cifuentes.

EFE/REPORTAJES