El "estilo Letizia"
Lo más llamativo en este periodo ha sido su melena "bob"
A lo largo de sus primeros doce meses como Reina de España se han visto discretos cambios en el ropero de doña Letizia y un importante giro estilístico en su cabello.
Lo más llamativo en este periodo ha sido su melena "bob" y su gran afición por repetir modelos y combinar las mismas prendas hasta conseguir estilismos con un halo diferente.
Felipe Varela continua siendo su diseñador de cabecera, aunque ahora, la monarca ha incorporado a su armario firmas como Carolina Herrera, Isato, Uterqüe o Ángel Schlesser y cuenta con la incorporación de una joven estilista, Eva Fernández, para preparar su vestuario en función de las necesidades de su agenda de trabajo.
La silueta "new look", el "sport" de lujo, los patrones "péplum", y los escotes asimétricos, junto con los zapatos de corte salón, la manga francesa y los encajes "han ayudado a doña Letizia a encontrar su propio estilo", dice María Luisa Funes, que considera que la reina proyecta "una imagen sencilla y juvenil".
Desde que el pasado 19 de junio de 2014 don Felipe de Borbón fuera coronado como el Rey Felipe VI, doña Letizia ha fraguado una evolución en su estilismo que comenzó con el acertado abrigo-vestido corto en blanco y adornado en el cuello con cristales rubí, ámbar y rosa, firmado por Felipe Varela.
Y en esta evolución, entre sus éxitos, se encuentran las siluetas ajustadas, los escotes palabra de honor, las faldas conjuntadas con blusas, los trajes de chaqueta con pantalones pitillo, las chaquetas sastre en "tweed" y las carteras de mano, complemento con el que doña Letizia se siente muy cómoda y le permite adoptar una postura solemne.
Estilismo para viaje de cooperación
Durante su primer viaje de cooperación a Honduras, la Reina de España se decantó por prendas cómodas como vaqueros, pantalones pitillo, chaquetas sastre y blusas con cuello bebé, que combinó con bailarinas, calzado que le permitió aguantar las largas jornadas de trabajo.
Entre sus "looks" más desenfadados y modernos, se encuentran el minivestido de cuero color topo, sin mangas, y con largo por encima de la rodilla, elegido para uno de sus últimos actos del viaje oficial a París.
El blanco y el rojo son los colores fetiches de doña Letizia, tonos que compagina en sus actos oficiales con los siempre elegantes negro, gris y beige.
El blanco lo eligió para uno de los momentos más importantes de su vida, como fue la Proclamación de Felipe VI; y el rojo, para cenas de gala y bodas reales.
El binomio blanco y negro también está muy presente en trajes de chaqueta, vestidos y conjuntos de blusa y falda.
Doña Letizia prefiere los tejidos lisos a los estampados, aunque de vez en cuando apuesta por motivos florales, prueba de ello es el vestido de Hugo Boss con hermosas flores coloreadas con sutiles pinceladas en rosa, azul, malva y beige, que repitió en su primer viaje de cooperación a San Salvador.
El vestido negro de cóctel, aquel que Coco Chanel, definió como "little black dress", es un básico en el armario de la reina, quien posee un modelo de seda negro con pedrería y un fajín en la cintura que se ha puesto en más de nueve ocasiones.
A doña Letizia le gusta combinar prendas exclusivas con piezas "low cost", casi siempre de la firma Mango, hasta lograr conjuntos con personalidad a la par que dinámicos y juveniles.
La camisa blanca se ha convertido en una infalible aliada para doña Letizia, más cuando se trata de vestir en recepciones y grandes ocasiones. Como ejemplo no hay más que recordar la blusa de seda blanca combinada con una falda larga plateada que lució durante la cena de gala ofrecida por los Reyes de Marruecos.
Siluetas ceñidas y faldas de vuelo
Por lo general viste con siluetas ceñidas, pero últimamente ha optado por faldas de vuelo muy elegantes, prueba de ello es el conjunto de chaqueta entallada y falda de vuelo que lució durante su reciente visita a Bélgica o el que llevaba con motivo del Día de las Fuerzas Armadas de España, el pasado 4 de junio.
Las prendas con reminiscencias étnicas son también muy del gusto de la monarca, un estilo que reinventa para ocasiones distendidas y "casual", como es su estancia de vacaciones en Palma de Mallorca.
Cuando se trata de acudir a recepciones o a la entrega de los Premios Príncipe o Princesa de Asturias, prefiere vestidos con escote de fantasía, bordados exquisitos y destellos de cristal de Swarovksi.
Las cenas de gala y las bodas de la realeza europea permiten a doña Letizia lucir vestidos sofisticados y de fantasía. Durante el cumpleaños de Margarita de Dinamarca se decantó por un vestido floral blanco y negro con mantón de manila en la mano.
Para esa ocasión estrenó la famosa tiara "Princesa", que Felipe VI le regaló en su último cumpleaños, una hermosa diadema con diez perlas australianas y más de 450 brillantes.
A pesar de ser una pieza importante, en general, prefiere lucir joyas discretas y contenidas.
Melena "Bob"
También se ha visto diferencias en el peinado de la reina. "En este último año, he visto una evolución realizada con mucho cuidado", explica la estilista Ángela Navarro, quien considera que es una respuesta a haber ido "ganando seguridad".
El corte de melena, estilo "bob" ha sido un "acierto", según Navarro. "El miedo al cambio se le va pasando", opina, "debes estar muy mentalizado para atreverte a un cambio así, por eso, lo valoro mucho".
"Las instituciones no se mueven nada. Mantienen una imagen estática y cualquier cambio es muy medido, muy pensado. Creo que doña Letizia quiere que la gente se integre con su imagen, pero siempre cuidando el protocolo", algo que tiene muy en cuenta en la elección de los largos de melena, que le permiten variar su imagen dependiendo del trabajo de cada día".
Por ello, no duda en felicitar a la persona que ha ayudado a la monarca a tomar esta decisión. "Son cambios que no se valoran en su justa medida. No son un capricho. Ser reina, no la obliga a peinarse siempre igual".
La estilista Charo Palomo, directora de Atelier Charo Palomo, conoce bien las facciones de doña Letizia, pues la ha maquillado en alguna ocasión, y está de acuerdo en que el nuevo corte de pelo le favorece, aunque diferencia entre la persona de Estado y la mujer.
Sin embargo, Palomo, señala que "como Reina de España no puede permitirse ciertos cambios. Al final, su cabello resulta demasiado corto para algunos actos oficiales, en los que hay que tener en cuenta el protocolo que requiere una imagen más seria". Una "razón que la lleva a recogerse el pelo en un postizo", añade.
Palomo opina que le gustan los moños que elige, pero la "trenza ya tuvo su momento. Creó tendencia y ahí debe quedarse".
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