OMS celebra que China flexibilice sus políticas contra el COVID

La OMS considera importante que los gobiernos escuchen a su pueblo

Personas con mascarillas cruzan una intersección en Beijing, el viernes 2 de diciembre de 2022. Más ciudades chinas alivian las restricciones, permitiendo que los centros comerciales, supermercados y otros negocios reabran luego de las protestas del fin de semana pasado en Shanghái y otras áreas en las que algunas multitudes pidieron al presidente Xi Jinping que renunciara. (AP Foto/Ng Han Guan)

Un alto funcionario de la Organización Mundial de la Salud declaró el viernes que esa agencia de la ONU estaba “complacida” de ver que China había flexibilizado algunas de sus restricciones relacionadas con la pandemia de coronavirus, afirmando que “es realmente importante que los gobiernos escuchen a su pueblo cuando este sufre”.

En una conferencia de prensa, el director de emergencias de la OMS, el doctor Michael Ryan, precisó que la organización celebraba al ver que China estaba “ajustando sus estrategias actuales” para tratar de recalibrar su respuesta contra el COVID-19.

La semana pasada, estallaron protestas en varias ciudades chinas contra las severas restricciones por el COVID-19 en China, en la mayor muestra de oposición al gobernante Partido Comunista en décadas.

“Todos hemos tenido que lidiar con restricciones de movimiento, todos hemos tenido que lidiar con cambios en nuestras vidas y, francamente, es agotador”, afirmó Ryan. La OMS describió previamente la estrategia “cero COVID” de China como “no sostenible”, alegando que la superinfecciosa variante ómicron hizo que fuera imposible tratar de evitar nuevos contagios de COVID.

Ryan dijo que usar vacunas de ARN mensajero importadas, como las fabricadas por BioNTech-Pfizer y Moderna, sería una “opción sólida” para que China aumente su cobertura de inmunización. Las vacunas caseras de China han demostrado ser menos efectivas y los científicos afirman que es probable que cualquier protección que proporcionaran se haya desvanecido con la aparición de la variante ómicron.

La decisión de qué vacunas usar “son elecciones que los gobiernos soberanos deben tomar en función del mejor beneficio para su población”, declaró Ryan. Añadió que las estrategias futuras deberían equilibrar “el control del virus con las vidas, los medios de subsistencia y el bienestar y los derechos humanos de las personas en China”.

China ha estado desarrollando su propia versión de una vacuna de ARNm y aún no ha autorizado ninguna de las inyecciones realizadas por empresas occidentales.



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