El año de Santo Domingo
Recuperemos la ciudad entre todos
Deberíamos nombrar a 2026 el Año de Santo Domingo. No en el sentido de promoción turística (que también) sino para sus vecinos. La transformación evidente y hermosa que ya se vive en la Ciudad Colonial y los planes para el Malecón son dos buenos pilares sobre los que construir una mejor ciudad para todos.
Recuperemos la ciudad. Las alianzas público privadas han demostrado ser eficaces. APAP y su intervención para adaptar esquinas de alto tránsito para los peatones con alguna discapacidad y el apoyo del Banco Popular para la recuperación de parques son buenos ejemplos. Animemos a las grandes empresas a unirse en proyectos similares.
Recuperemos Santo Domingo. La respuesta de los ciudadanos a la nueva Ciudad Colonial es un reflejo de la necesidad de sentirse parte de una ciudad entendida como comunidad. De recuperar sus calles, de caminarlas. Vivimos encerrados, esclavos de un vehículo que cada vez cuesta más tomar porque el tráfico es infernal.
Recuperemos la ciudad. Entre todos, con decisión de usarla más y mejor. Andar en ella, mirar sus calles, plazas y parques. Es demasiado triste saber que se utilizan los centros comerciales para pasear. Pidamos que se multipliquen los badenes en la Avenida George Washington para que cruzar a respirar el mar no sea un deporte de alto riesgo. Fortalezcamos las juntas de vecinos para parar los pies -con las normas en la mano- a desarrolladores inconscientes y permisos indebidos. Asediemos a la Digesett con quejas para obligarla a cumplir su mandato. Obliguemos a la Policía a mantener los operativos anti ruido.
Recuperemos la ciudad. Entre todos, con buena disposición individual para mantener la disciplina con la basura, el parqueo, los tapones… La capital dominicana es una ciudad difícil pero podría no serlo. (Propósito de Año Nuevo: amar de nuevo Santo Domingo.)