Lecciones del caso Yuniol Ramírez

Albert Einstein, a quien nadie podrá negar la categoría de genio, afirmó una vez que “locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes”.

Algo así le está pasando a mucha gente y el caso Yuniol Ramírez los está poniendo en evidencia.

Hay hechos que han quedado establecidos y otros que están sujetos a confirmación por la justicia.

Los hechos establecidos, que no se pueden negar, son:

a) Hubo un asesinato.

b) Hubo un complot para asesinar.

c) Hubo un intento de extorsión que tuvo un comienzo de “solución” con un pago hecho.

d) Es evidente que el extorsionado, al aceptar hacer el pago, estaba tratando de evitar la investigación sobre la denuncia.

Los hechos controvertidos son las razones para el homicidio. El pago se hizo, pero era un avance sobre una suma mayor. ¿Se negó a aceptar el dinero al considerarlo insuficiente? ¿Se negó a firmar un recibo de descargo? ¿Hubo un “tumbe? ¿Quiénes eran “los responsables” de la denuncia con quienes había que repartir? ¿Dónde está el dinero? Y otras interrogantes más.

A pesar de los hechos no controvertidos, hay personas que insisten en no darse cuenta de que en el aspecto de las pruebas, el juego judicial ha cambiado. El nuevo sistema que hemos adoptado exige pruebas, no “íntima convicción”, y las autoridades están obteniendo esas pruebas, pruebas que derriban la “íntima convicción” de los que no quieren verlas.

Ya no se puede esperar el mismo resultado cuando las cosas se están haciendo diferentes. Esa es la lección de este caso.

atejada@diariolibre.com