Lo que todo el mundo sabe pero no dice

El hermano de Buche, el acusado de asesinar a un coronel en Baní sonaba coherente y muy seguro de lo que decía al explicar ante los periodistas que los puntos de droga de su pueblo están perfectamente organizados. Hay competencia, dice, como si explicara la guerra entre la Pepsi y la Coca Cola en un aula de mercadeo. Como en cualquier ramo de lícito comercio, vamos. Solo que estas guerras comerciales terminan en asesinato.

Sonaba creíble, lógico lo que narraba. Era la explicación llana y directa de lo que se encierra en el “todo el mundo sabe” que manejan los políticos, policías y líderes comunitarios de Baní.

La pregunta entonces, no es qué vamos a hacer con el joven que habló -al que la policía va a investigar- sino qué vamos a hacer con lo que “todo el mundo sabe y nadie dice”. Incluida esa misma policía. ¿Vamos a poder detener esta escalada de sicariato o nos preparamos para la violencia como la vivió hace unos años Colombia o la que azota ahora Venezuela?

Nada hay más indiscreto que un pueblo. Dicen que si llega usted a su pueblo, en un par de horas sabe perfectamente quién hace qué, cuándo y cómo. Muy especialmente si el punto de venta de drogas está “abierto al público”.

Este caso no va a ser olvidado fácilmente. Tiene algo que lo diferencia de los tantos otros casos que recoge la prensa y que se olvidan fácilmente. Ha sembrado demasiada desconfianza sobre el desempeño de los cuerpos del orden. Es difícil defenderse cuando no se sabe quiénes son los ladrones y quiénes los policías.

Y cuando se habla tan tranquilamente ante las cámaras de la guerra entre traficantes... ¿qué significa eso?

Inés Aizpún es una periodista dominicana y española. Actualmente es la directora de Diario Libre. Ha recibido el premio Caonabo de Oro, el Premio de la Fundación Corripio de Comunicación por su trayectoria, y el premio Teobaldo de la Asociación de Periodistas de Navarra.