Santo Domingo Aliado

La idea del confinamiento, del “quédate en casa”, es la mejor manera de cortar la propagación del virus... cuando se tiene casa en la que quedarse. O cuando si se tiene, ésta ofrece unas condiciones mínimas.

El sociólogo francés Hamza Esmili ha calificado el confinamiento como un “concepto burgués”, porque ignora el hacinamiento y la insalubridad en la vivienda de los sectores marginados. Sectores, además, en los que residen muchos de los trabajadores que sí siguen con sus labores. Por eso, la iniciativa del Ayuntamiento del Distrito Nacional, junto al PNUD, la Iglesia católica y el sector privado hace tanto sentido.

Bajo ese programa se distribuirá un millón de mascaraillas, gel y guantes en los barrios más populosos del DN. Domingo Savio, la Zurza, María Auxiliadora, Capotilo, Gualey, Simón Bolívar, Mejoramiento Social... albergan 4 de cada 10 hogares del Distrito Nacional.

El reparto se complementa con charlas informativas sobre el COVID-19, cómo prevenir el contagio, normas de higiene... Y se ha activado la aplicación Espacios, a través de la cual diferentes comunidades pueden pedir ayuda, mostrar prácticas exitosas, poner en marcha ideas conjuntas...

Los malos tiempos exigen desesperadamente buenas ideas. La colaboración del PNUD con el Ayuntamiento del Distrito ha dado ejemplos de sinergias que funcionan en beneficio del ciudadano.

No basta el dinero para librarse del contagio, evidentemente. Pero la falta de una vivienda adecuada en la que refugiarse es un gran obstáculo. Esta iniciativa no resuelve el hacinamiento, pero lleva herramientas.