¿Cataluña independiente?

No parece que eso vaya a pasar, por lo menos a mediano plazo. Y no porque el gobierno español se oponga. Quienes no parecen estar muy dispuestos son... los catalanes.

No se entiende el triunfalismo de Esquerra o de Convergencia tras el 9 de noviembre. Se suponía que ese desafío a la Constitución y a la institucionalidad convocaría a todo el "pueblo catalán" que acudiría en masa. (El pueblo, el pueblo... cuando los independentistas catalanes o vascos dicen "el pueblo", de quien hablan es de sus militantes. El resto "es" el enemigo y como tal lo tratan.)

Pues bien, de acuerdo con la propia organización, sólo votó el 30% de los que tenían derecho a hacerlo. Y eso que se planteó el 9-N como el Día D de la Segunda Guerra Mundial y que se pudo -está registrado- votar varias veces. De ese 30% que votó, un 20% dijo no querer una Cataluña independiente. Eso da que más del 70% de los catalanes con derecho a voto no quisieron votar o votaron que NO por la independencia.

Los nacionalistas, incapaces de pronunciar la palabra España, hablan del "resto del Estado" o de "Madrid" como si España no existiera. Existe y es diversa.

La izquierda española se dejó robar el sentimiento patriótico, y creyó que los nacionalismos tenían un pensamiento progresista. Nada más falso.

Los nacionalismos en España son retrógrados, intolerantes, hostigan a los disidentes, asfixian la libertad de pensamiento, adaptan la Historia a sus tesis...

(Eso sí... no se cansan.)

IAizpun@diariolibre.com