La muerte de Stephora

Una tragedia convertida en arma por grupos anti-RD

La tragedia de Stephora y el deber de una investigación sin sesgos. (Fuente externa)

La muerte de la niña de once años Stephora Anne-Mircie Joseph, ahogada en la piscina de un vacacional mientras participaba en una excursión del colegio Leonardo Da Vinci en Santiago, constituye una tragedia sin paliativos. Una estudiante de honor, inteligente, aplicada y con anhelos de desarrollar sus talentos y capacidades, su fallecimiento se produjo en circunstancias extrañas y los sucesos en torno a este hecho deben ser esclarecidos por las autoridades competentes.

Si se revelan actuaciones que pudieran conducir a ilícitos penales, proceder en consecuencia y procesar a quien corresponda sin importar estatus social y económico o vínculos políticos. Y si se verifica la presencia de algún tipo de acoso escolar, indagar sobre el manejo del colegio y los maestros, así como el comportamiento de sus compañeros de clases y de excursión y de sus padres y tutores, y aplicar las sanciones que ameriten.

Ahora bien, vamos a separar la paja del grano y bajar decibeles a la discusión. 

Sobre la escuela podrá cuestionarse su responsabilidad en la organización y gestión de la excursión, pero es evidente que se trata de una institución educativa que intenta promover la inclusión y que reconoce el mérito con independencia de condición racial u origen étnico, lo demuestra la presencia de Stephora en ese paseo como premio por sus méritos escolares. Y si hubo bullying, no es justo estigmatizar al colegio y sus estudiantes cuando se trata de un fenómeno de estos tiempos, potencializado por redes sociales utilizadas con la irresponsabilidad propia de la adolescencia, y del que no escapan nacionalidad, color de piel, discapacidad, preferencia sexual, ni apariencia o contextura física.

Del mismo modo no es verdad que se esté tratando de encubrir lo que allí pasó porque la niña era haitiana. Las pesquisas avanzan y ya se produjeron los primeros arrestos, y desde el primer momento prácticamente todos los medios de comunicación han exigido que el caso se aclare. Pero se trata de investigacion delicada, que pudiera involucrar a menores de edad, por tanto se debe esperar y confiar en que se determinará todo lo acontecido.

Pero como de costumbre surgen quienes aprovechan cualquier coyuntura para tratar de dañar a la República Dominicana, grupitos que no pierden oportunidad para mentir, especular y ofrecer insumos a quienes utilizan todo tipo de incidente para desproporcionarlo y atacarnos con acusaciones de racismo, xenofobia y desprecio a los haitianos. 

Organizaciones no gubernamentales, opinadores, buscadores de views y hasta el Consejo Presidencial de Haití, andan todos muy molestos por la muerte de esta niña, piden la conclusión de la investigación y exigen respeto por los derechos humanos de los haitianos en el país. Paradójicamente ninguno muestra un mínimo de preocupación por los miles de niños muertos en Haití producto de la violencia que provocan las bandas que controlan ese territorio. 

Porque se trata de una constante, a estos grupos sólo les interesa la suerte de los haitianos que viven de este lado de la isla, y son tan miserables que para agitar campañas en contra del país pretenden hacer provecho hasta de una tragedia como la muerte de Stephora.