Ahora el FBI se lleva todas las palmas

Los narradores de pelota acostumbran dar crédito a un bateador cuando la jugada resulta decisiva, o el pitcher era difícil. Lo mismo podría ocurrir con la captura de César el Abusador y la Procuraduría, o la DNCD o la PN, o las autoridades nacionales. Pero no.

El crédito al FBI con su recompensa o a los Marshall con su diligencia directa y los agentes colombianos que hicieron el trabajo.

Los medios en Colombia hablan de labor conjunta y por igual los voceros nacionales. La gente sin embargo piensa que las agencias de aquí se están untando, que quieren enlazar sin haber atajado.

Esa reacción podría entrañar una injusticia, pues el hecho de que los capítulos finales sucedieran en Sudamérica, no quita ni olvida donde fueron los inicios. Incluso fue a parar a Colombia y planeaba pasarse a Panamá porque andaba en huida, y la persecución y el acoso eran obra de estamentos criollos.

Lo importante es que el Abusador está a buen recaudo, que es una preocupación menos para el gobierno, aunque la sensación no cesa.

Ahora vendrán los escarceos e intrigas sobre posibles revelaciones del capo y sus implicaciones y consecuencias. A confesarse pues de nuevo.