Amable se divorcia del PLD por Karina
Si no hubo ayuda con la hija, qué esperar...
Amable sigue siendo el Amable de siempre, tan Aristy y tan Castro, solo que más joven. Aunque menguadas las habilidades del otrora cacique.
Pacino cambió de apariencia en El Irlandés con trucos de cámara; el senador de Higüey también, pero con estilismo.
Hombre de pocas palabras, con su silencio de gesto es suficiente. Apareció retratado con Hipólito y con Luis, por separado, y se comprendió la vuelta. Y no por el acercamiento, sino por el distanciamiento.
Amable rompió la taza y obvia la intención de cambiar de casa. Karina su hija perdió, y -según su cuenta- no perdió, la dejaron perder.
Culpa ni del tiempo ni de España, sino del PLD. No se conocen intimidades, y tampoco detalles, pero lo suyo y lo del Gobierno alcanzaba para ganar.
Lo lógico por tanto era hacer lo que está haciendo: disolver la alianza y buscar derroteros más auspiciosos. Pensará que si eso le hicieron a la hija, al padre con más razón.
Llevó el asunto a la Junta, pero los plazos se habían agotado y no se podía acoger su voluntad. Aunque como quiera el divorcio va, no por incompatibilidad, sino de mutuo acuerdo.
El PLD consintió.
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