El cohete Odebrecht tumba estrellas...

Figuras acreditadas son carne de presidio

El cielo de América Latina se va quedando chiquito o poco iluminado con tantas estrellas que se apagan. Odebrecht provoca un efecto más devastador que la Guerra de las Galaxias.

Figuras políticamente importantes, acreditadas en el continente y que eran referentes, ahora son carne de presidio, pues los sobornos resultan botijas que se desentierran solas.

Digan si no de Alejandro Toledo que de limpiabotas llegó a graduarse de economista en una universidad norteamericana, y de técnico del Banco Mundial a presidente de Perú.

Tiene que ser doloroso pasar de la noche a la mañana de conferencista de éxito, miembro del exclusivo club de ex mandatario, a perseguido de la justicia, incluso internacional.

¿Qué dirá Mario Vargas Llosa que lo ayudó en su empeño de llegar al poder, que celebró sus políticas, y aparece en fotos a su lado, ahora que Toledo se convierte en un paria?

Por estos lares anduvo el peruano dando cátedras, y agasajado por gente que no querrá que le recuerden ocasiones tan fastuosas que ahora serán un fastidio.

Aunque el universo, dándosela de inteligente, supo cubrirse creando una especie única: las estrellas fugaces.