Lila nunca ha cogido corte
Se va del PLD porque no se sintió bien
Lila de vuelta pudo ser titular de periódico, que no Lila devuelta, como hubiera sido si el PLD la echara por alguna razón.
El hecho, aunque al parecer irrelevante, no deja de ser singular. Lo normal es que los reformistas se vayan, no que retornen.
Lila –por tanto– marca diferencia, mucho más que lo hizo sin que mediara diligencia de sus compatriotas de la dirección.
Se sabe que había hablado con Quique el año pasado, pero el presidente del PRSC no influyó. Ella se va del PLD porque no la hicieron sentir bien.
Todo lo contrario.
No la quisieron en la boleta y tuvo que ganar su diputación a puro ovario.
Los peledeístas cuentan entre sus virtudes el sectarismo, y no es ánimo reciente, de cuando Leonel o ahora Danilo.
No, desde los tiempos de Bosch, de quien muerto se cantan sus glorias, pero se olvidan sus miserias. Sus humores y preferencias.
¿Solo Lila u otros también regresan a su casa, una casa que no se caracteriza por tender alfombra roja a sus disidentes?
Por ejemplo: los que se fueron con Abinader. El día sube, el sol pica y todavía no consiguen pase a grada, donde se ve mejor el juego.
Con migajas no se alimenta boa.
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