¿Por qué ahora y no al inicio?
En agosto de 2020 convenía la austeridad
El narrador podría decir “¿qué golpe?” en referencia al decreto del domingo que despojó de glamour la condición de funcionario.
Una pregunta ociosa sería ¿ Por qué ahora y no en el inicio ? Agosto de 2020 era tiempo de pandemia y convenía austeridad en el Gobierno, aunque fuera para dar ejemplo.
Los decretos tienen de malo que no explican, y los interesados tienen que especular, y no siempre con la mejor suerte.
Se supone, sin embargo, que alguna información llegó a las alturas sobre el consumo exagerado que obligó a poner freno a lo que se podía considerar dispendio.
Igual la leyenda urbana del alto cargo que se burlaba de los tapones y sacaba la lengua a los fastidiados conductores, mandando a parar el tránsito en las intersecciones para que su vehículo avanzara.
Lo de almorzar o cenar en restaurantes de lujo era costumbre vieja, y si se quiere, heredada, incluyendo amigos de ocasión que comían y bebían como nunca antes en la vida.
Lo de las escoltas, el aparataje del desplazamiento y de entrada, ni que fuera en el Iraq ocupado y en guerra interna.
Con un plumazo, el decreto, “ese barbarazo, acabó con tó ”.