Que haya pelota para desahogarnos...

El país necesita salir de la conmoción electoral

Ojalá que cuando se inicie la pelota en octubre se haya recuperado la normalidad y superado angustias y sobresaltos del coronavirus.

Así el torneo otoño-invierno se realizará en las condiciones habituales y no con los constreñimientos y las rigideces de Grandes Ligas.

El país necesita esa emoción después de la conmoción de la campaña electoral y el resultado que finalmente sea, pues sin incidentes la vida dominicana sería demasiado aburrida.

O es la política o es la pelota, y cada cual con aficionados y fanáticos, que tienen de los dos, y que serían equivalentes a mansos y cimarrones.

Incluso con encuestas, desacuerdos y discordias.

Todavía se recela y fastidia un sondeo que determinó que el Licey tiene en el país más seguidores que las Águilas, aunque los aguiluchos saben que la medición fue hecha en la capital.

Las encuestas no se salvan ni con los productos de supermercados, debido a que acreditan marcas que no son las más vendidas en caja.

Y no es retozo, sino realidad. Una realidad que debe celebrarse, pues la pelota como la política enfurece, pero igual libera humores.

Si no fuera por estos desahogos, existir sería imposible.

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