Seguridad
Se trata de controlar el orden público
El presidente Abinader anunció ayer dos enérgicas medidas: patrullaje mixto de policías y militares para controlar el orden público y expropiación de los terrenos que sean necesarios para la construcción de la verja perimetral a lo largo de la frontera con Haití.
Dos decisiones para atajar no solo una “percepción” extendida en la opinión pública sino una situación peligrosa tanto a lo interno del país como en su única frontera terrestre.
Es un hecho innegable que la violencia y las acciones terroristas de las bandas que controlan el territorio haitiano son una amenaza para la seguridad nacional. Haití es puente de rutas de droga y las bandas se han hecho con el negocio y el control del territorio. Tiene sentido pues extremar la seguridad en la línea fronteriza, larga y porosa, como siempre se ha sabido.
No es un tema que permita muchas interpretaciones. Los reportes internacionales, los informes de las embajadas y las organizaciones que todavía operan en Haití y la evidente salida de profesionales y empresarios, esa otra emigración haitiana de la que apenas se habla, no dejan lugar a dudas.
Presidentes de RD y de Guyana trabajarán por lograr estabilidad política en Haití
Cirujanos reclaman detener alegadas irregularidades en residencias médicas
Condenan menor a seis años de prisión por implicación en muerte de Frederick Pérez Ventura
Copardom reitera compromiso con sistema de pensiones
Abogado dominicano presenta discurso en la graduación de la Escuela de Derecho de Harvard