La encrucijada presente
Cómo se traduce la nueva agenda estadounidense
All politics is local, repetía Tip O’Neill para recordar que, al final, toda gran estrategia internacional termina midiéndose en la esquina de cada país, en las urgencias de su gente y en la estabilidad de sus instituciones. También aplica para República Dominicana en este momento de reacomodos hemisféricos. La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos redefine prioridades, afina alianzas y marca líneas claras sobre migración, comercio y defensa. Pero, más allá de la retórica global, el impacto se sentirá aquí, en nuestras decisiones cotidianas y en la capacidad del Estado para proteger su interés nacional.
La política de alineamiento con nuestro principal socio comercial ha sido, a la luz de los acontecimientos, un acto de previsión. No se trata de adhesión ciega, sino de lectura fina: entender dónde están las oportunidades y los riesgos, y actuar sin complejos. Como bien dijo la embajadora Leah Campos, America First y RD First no son consignas contrapuestas, sino la expresión de una coincidencia de intereses que, si se administra con inteligencia, puede traducirse en crecimiento, seguridad y estabilidad.
En tiempos de tensiones globales, lo determinante será cómo cada decisión internacional se convierte en beneficio interno. Porque, al final, toda política exterior es también política doméstica.