Buen decreto, pero...

La disposición del Gobierno de adquirir los productos que se necesitan para el programa de desayuno escolar y alivio a la pobreza a los productores locales merece un aplauso, pero también mayor análisis.

Aunque la intención del presidente Medina al emitir el decreto correspondiente es ayudar a los pequeños empresarios, la realidad es que si no se controla el negocio, solamente los grandes empresarios y la enorme red de intermediarios terminarán aprovechándose de la disposición oficial.

Ninguna escuela tiene la posibilidad de acudir al campo a comprar víveres a precio de finca que es muchas veces más barato que el que le suple un intermediario. Es decir, si la escuela, para continuar con el ejemplo, no dispone de efectivo para comprar, de un vehículo para transportar y lugar de almacenaje, el negocio lo hará quien pueda ofrecer crédito, tenga vehículo y otros compradores.

Es por ello, que junto a la disposición de ánimo tiene también que existir el andamiaje institucional que haga cumplir los deseos del Presidente de favorecer a los pequeños productores.