Cuidado con un show...

Si como se espera, en esta semana se procede a encausar a los implicados en el caso Odebrecht, es de primordial importancia que no se pretenda hacer un espectáculo con el proceso.

El morbo está a mil esperando ver gente encadenada, arrastrada por el piso y recibiendo latigazos de las autoridades y huevos podridos por parte de la multitud.

La Justicia debe actuar asegurando todas las garantías a los procesados para impedir que por cualquier tecnicismo de carácter legal el expediente pueda frustrarse.

No se trata de darle un tratamiento diferente a los que resulten acusados, como podría decirse, sino de asegurar que el proceso se lleve con todas las de la ley.

Igualmente, sería de muy mal gusto que las cámaras legislativas o los partidos políticos afectados montaran un espectáculo protestando en beneficio de algunos de sus miembros que resulten afectados. No deben olvidar que el caso Odebrecht no es una persecución nacional, sino un expediente internacional sobre el que demasiados ojos están mirando.