Edmón
Vivió la vida intensamente, y supo cultivar la amistad a ambos lados de las clases sociales, promoviendo el arte y el entretenimiento. Hoy que se ha ido, deja una estela de recuerdos y de obras que le sobrevivirán.
Se le recordará como un amigo de los artistas, más que como un promotor. Dio oportunidad a jóvenes que despuntaban en el arte, y a los que ya habían visto sus mejores días. Lo importante era el arte y el reconocimiento a valores tanto nacionales como extranjeros que se acogían a su llamado de iluminar las noches dominicanas con su música y sus canciones.
Así como vivió la vida con una intensidad admirable, fue un trabajador incansable que no se dejó arredrar por el fracaso ni por los obstáculos de la maledicencia. Su ejemplo de trabajo es la mejor herencia que ha dejado a sus hijos, a quienes extendemos nuestras más sentidas condolencias.
Hoy se ha ido Edmón Elías, pero se queda en el arte y en el corazón de tantos amigos, pobres y ricos, de todas partes del mundo, que admiraron su caballerosidad e hidalguía.