Los desvalidos

El grado de civilización de una sociedad se puede establecer por la forma en que trata a los indefensos, sean estos niños, ancianos, mujeres o animales.

Las sociedades con más desarrollo suelen cuidar esmeradamente a los sujetos más indefensos con un sistema de protección legal que la sociedad como un todo apoya, y que las instancias de coerción aplican sin hacer excepciones.

En países como los nuestros tenemos las leyes y las instituciones, pero nos faltan los elementos de apoyo social y de las instituciones de coerción para proteger a todos cuantos merecen ser cubiertos por la mano generosa del Estado y la sociedad.

Así, vemos ancianos con pensiones de miseria, sin seguridad social, a pesar de haber entregado su vida al trabajo. Así vemos como los tribunales son incapaces de proteger a los niños y a las mujeres de los abusos, y lo mismo observamos con los animales que vemos deambular por nuestras calles paseando su desvalimiento.

Como en todo, el ejemplo debe empezar por cada uno. Demostremos nuestro grado de civilización protegiendo y honrando a los más débiles.