¿Policías muertos?

No pasa un día sin que se informe de la muerte de un agente de la Policía Nacional.

La caída de un agente en el cumplimiento de su deber es un hecho trágico y lamentable, y la persona muerta debe ser considerada con estatura de héroe.

Pero no todos los que caen lo hacen cumpliendo con su deber de policía. Muchos caen cumpliendo labores privadas y, en el peor de los casos, delinquiendo, como lamentablemente se comprueba de cuando en cuando.

Un policía que está sirviendo de mensajero o cuidando una casa de cambio o una banca, es un civil para todos los fines, y lo que es peor, está utilizando recursos públicos de tiempo y armas para fines privados.

Si la cantidad de agentes de Policía que están sirviendo fines privados estuviera prestando servicio como guardianes del orden público, quizás los problemas de inseguridad ciudadana se reducirían.

A pesar del aumento de salario, parece poco probable que muchos de estos policías abandonen el trabajo privado porque muchos son enviados por sus jefes a hacerlo. Sólo en este país.