Valores y modernidad

Cuando una sociedad se desarrolla deja de ser una binaria, es decir, una en la que todo pertenece a una de dos categorías: amigo o enemigo, esclavo o libre, rico o pobre y así sucesivamente.

El desarrollo, entre otras causas, destruye el juego suma-cero que es la sociedad tradicional, en la cual lo que gana uno lo pierde el otro.

En la sociedad moderna, el juego tiene diversas sumas: puede que se pierda un porciento en una actividad pero se gana otro porcentaje en otra. El juego muy pocas veces suma cero.

Con el desarrollo y la modernidad, muy pocas verdades son absolutas como consecuencia de la mayor complejidad de la sociedad y de la enorme cantidad de valores, visiones y perspectivas de los que la forman, aparte de las influencias que se reciben del exterior.

Por eso, en las sociedades modernas, las cuestiones de carácter personal están separadas de las institucionales y se establecen libertades que se consideran indispensables para el progreso personal y social.

Para desarrollarnos, los valores modernos tienen que abrirse paso y las leyes tienen que ayudar a ello.