La carretera

-Abimbao, ya un grupo casi tiene lo que no tenía, carretera cara de alta ingeniería, financiada con más préstamos, e indulgencia plena para malograr las fuentes de agua, bosques, y serranías.

-¿A qué carretera te refieres?

-Ese grupo dice querer conectar el Cibao con San Juan, atravesando los parques nacionales Bermúdez y Ramírez, pero nunca se le ha visto preocupado por que se rehabiliten las vías que ya existen, como la carretera vieja que une al Cibao con el Sur y San Juan a través de Valle Nuevo, que está intransitable y en condiciones deplorables.

-Ya veo.

-Y, en cambio, solicitan la construcción de una nueva carretera por el lugar más costoso y de elevado riesgo ambiental, en desprecio a la urgencia de hacer uso racional de los recursos públicos, como si el dinero sobrara.

-Cucharita, a ese proyecto le asiste el derecho a que sea evaluado. Y, debes recordar que más vías de comunicación abren puertas al progreso. Si pudieras dar un paseo montado en caballo volador a bordo de internet, ya que no puedes pagar el helicóptero, te darías cuenta de que parte de la devastación de los bosques ya está hecha.

-Abimbao, es por eso mismo que no debemos seguir abriendo camino a los hunos ecológicos, por lo menos hasta que tengamos instituciones fuertes que hagan cumplir la ley y se apliquen sanciones a los depredadores. Fíjese que donde quiera que se hayan construido carreteras o caminos abiertos y funcionales, no quedan bosques, sino muestras en forma de moños. La carretera nueva luce ser un capricho a ejecutarse en medio de un mar de necesidades.

-Ah, ya voy entendiendo.

-Y usted verá cómo, si se construye, se romperá la montaña a bordo de tractores portando palas de uranio enriquecido, y de topos fantasmales que carcomerán e infectarán sus entrañas. Y surgirán, para unos pocos, suculentos negocios y revalorizaciones de propiedades adquiridas a cheles.

-Bueno, eso ya es otra cosa.

-Esta carretera está contemplada en el presupuesto, a un costo de US$345 millones, pero la cifra final será mucho más grande. Y ha pasado sin discusión. Creen que pueden disponer a su antojo de los impuestos que pagamos.

-Cucharita, ¿acaso te picó la abeja en la base del tímpano?

-No, es que no comprendo la lógica de Estado en este asunto.

-¿Y qué lógica o método utilizarías?

-Mire, preferiría el método de la carambola, al estilo de tin marinde dos pingué, pues por lo menos daría oportunidad al azar. O, el del análisis costo beneficio. No se ha usado ni el uno ni el otro. El argumento es que el Presidente es de San Juan, y punto. Y eso es pavimentar el subdesarrollo.

-Cucharita, cada región debe aspirar a que le construyan obras. Pecarían por no exigirlas. La idea de acercar el valle de San Juan al Cibao occidental es buena. Veo que te preocupa que se afecten los parques nacionales Bermúdez y Ramírez, como ya ha ocurrido desgraciadamente con Valle Nuevo, donde el drama de la destrucción de los recursos naturales solo espera a que sobrevenga el inexorable castigo de Dios ante tanta inconsciencia y falta de reacción de las autoridades. Es cierto que, con ese precedente, nadie podrá evitar la devastación de los otros parques nacionales. Pero, dime, ¿cuáles son las opciones disponibles?

-No se ría de mí. Apenas soy bachiller.

-Pues, tira tus perdigones de sentido práctico.

-Esa carretera proyectada podría mejorar lo que hay entre Santiago y Monción, o entre San Juan y Sabaneta, y hasta ahí no habría objeción, como tampoco en que se ampliara y diera mantenimiento a la conexión sur-norte por la carretera internacional. Pero, si lo que se quisiera fuese unir dos regiones de alto potencial económico, la del Cibao con el valle de San Juan, habría que enfocarse en buscar el camino menos costoso a las fuentes de producción, de mínimo costo ambiental, y sacar provecho a las inversiones públicas ya hechas. Eso es lo racional.

-Y, ¿cuál es ese camino?

-Es el que uniría el Cibao con San Juan por medio del eje Jarabacoa, Constanza, o El Abanico, Constanza, siguiendo desde allí a Padre Las Casas, y San Juan. Ya está hecha la inversión desde el Cibao a Constanza. Y desde ahí a Padre Las Casas sólo hay 45 kilómetros de camino vecinal ya existente, que sólo tendrían que mejorarlo, a un costo bajo. Y hasta San Juan solo habría que hacer otro tanto. Y no habría daño ecológico alguno.

-Diablos, visto así, parecería que tienes la razón.

-Mire, con el dinero que se gastaría en el proyecto concebido, se haría la carretera Constanza-San Juan, y además se repararía la Constanza Valle Nuevo-San José de Ocoa, y sobrarían recursos para sacar de la alta montaña a los invasores que la depredan.