Burocracia perniciosa

Abinader, que en la campaña afirmó algo que dejó muchas dudas (realizar un gobierno con “burocracia cero”), no podrá prescindir de una buena parte de la burocracia estatal, de aquella imprescindible en algunas dependencias dada su especialidad, pero tiene que privilegiar gobernar con sangre nueva, con gente que no se crea que el carguito es algo suyo, como la finquita del merengue de Wilfrido. Los burócratas, al decir de Tocqueville, lo castran todo. Los calificaba de hombrecillos que se aferran a sus puestos y solo se esfuerzan por conseguir otros mejores. Mientras que para Weber son enemigos y el mayor problema que encontraban las sociedades democráticas para su funcionamiento y para el control de la ejecución de las leyes.