Cansados de los partidos

No es para debatir acerca de la importancia de la existencia de los partidos políticos para la pervivencia del régimen democrático, pero son ellos los que llevan a pensar que estaríamos mejor sin los que nos gastamos. Es que nuestros políticos, cada uno por su lado, se consideran depositarios de la verdad y nos venden la idea de que el desarrollo de la nación depende de sus posibilidades de éxito. Con su accionar, nos dejan la sensación de que ningún otro sector de la sociedad aporta nada ni sirve para nada. Esa realidad es preocupante, porque a la vigencia casi absoluta de los partidos ayudan sectores sociales y empresariales que dejan en sus manos las cuestiones básicas de la agenda nacional.