En las calles de Taipei

TAIWÁN. Mientras el fantasma del terrorismo paraliza y siembra el pánico en las grandes capitales, y una suerte de paranoia embarga a los que las visitan, constituye un lujo caminar por las calles de Taipei, considerada la tercera ciudad más segura del mundo, luego de Abu Dabi y Múnich. Con índices de criminalidad de casi cero, y con gente que transita alegre y desentendida en medio de una vigilancia policial casi inadvertida, pregunté cómo lo han logrado, a ver si transportaba a mi país aunque sea un poquito de tan aleccionadora experiencia, y la respuesta que recibí fue simple: educación y prevención. Además de que impera la ley y de que existe un implacable régimen de consecuencias para los que delinquen.