Jugar el juego democrático

Que el PRM se niegue a tomar parte en los mecanismos propios de un sistema democrático, como si de estos fueran dueños los que gobiernan, evidencia mucha ignorancia política, al tiempo que les regatea derechos legítimos a sus miembros. Me recuerda un sociólogo amigo a propósito de la marginación voluntaria del PRM de instancias como la JCE, la Cámara de Cuentas y la LMD, que la verdadera democracia se expresa en el consenso, la que se ve fortalecida con las exigencias a los que detentan el poder. ¡Qué saludable sería contar con partidos que no minen sus bases y que comprendan que en una democracia estable no hay nada que temer porque, aunque parezca extraño, ésta requiere de conflictos y de cierta división!