¿La CIDH aquí?, a mí, maní...

Falta mucho, pero ya que se anuncia que en mayo viene la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) a sesionar al país por la deferencia del Estado dominicano que la invitó, apuesto peso a morisqueta o a cabo de túbano que en lo que respecta al tema migratorio exhibirá su parcialidad de siempre y usted verá, pese a que carece de moral para ello, que nos trazará pautas y nos dará “pau pau”. La CIDH mirará sólo lo que desea ver y nada más tendrá oídos para una versión. A nadie debe quitarle el sueño su presencia, porque como enemigo declarado se conoce a lo que viene. No hay que hacerle desplantes, pero ojo, que no haya complacencias porque como sentenció Napoleón: “Los pueblos se salvan de todos sus reveses, excepto de aquél en que consienten su oprobio”.