Ni tanto poder el de la prensa

Dizque es el Cuarto Poder, pero eso no se puede coger tan en serio porque ese poder de la prensa es bastante relativo y siempre tendrá que ver mucho con la objetividad y legitimidad con que se construya. Hay ejemplos recientísimos de su relatividad, pero traigo el tema no para teorías, sino por la abundancia de programas y medios de comunicación que se degañitan sin reparar que a un partido bien cimentado en el poder y con un presidente de elevada popularidad, no se le derrota con buenos deseos ni con solo enumerar sus cosas malas. ¿Cómo pretender por medios, en especial de TV, que han devenido en bastiones políticos opositores, cambiar las reglas del juego con el espejismo de escaramuzas mediáticas y redes sociales?