Odebrecht y la dañina prisa

No es aventurado decir que resulta sospechosa la desesperación que exhiben algunos para que haya nombres y presos por el caso Odebrecht. Por bien intencionado que aparente, no se descarta que detrás de ese bien posicionado sentimiento ante la opinión pública se esconda un interés por ocultar o dejar gente afuera. Es algo similar a lo que está aconteciendo en otros países, por ejemplo Perú, donde el periodista Gustavo Gorriti denuncia que instituciones y personas que se lucraron con Odebrecht pasaron de un día al otro a la militancia anticorrupción para desviar la atención. Y advierte: “Cuanto más ruidoso sea el linchamiento y más queme la hoguera, mejor se podrán ocultar los bribones que danzan alrededor de ella”.