Sin programas ni consignas

Así como vemos a aspirantes a la Presidencia y a partidos enarbolar consignas que no necesariamente sintonizan con la conciencia ni con las expectativas del elector, los vemos además exhibir total desprecio por las propuestas programáticas. Me podrán decir que es temprano aún, que ni la precampaña arranca, pero a lo que nos tienen acostumbrados, temprano y tarde también, es a ignorar las salidas de largo plazo y a no afrontar problemas que son nodales para la sociedad. Prefieren vivir nerviosos en el día a día y hacer creer a la gente que sólo existen dos caminos: intranquilidad o sosiego, con lo que evaden el debate de ideas. ¿O acaso se ha escuchado a alguno proponer fórmulas que impliquen un consenso nacional?