¿Y qué de los progresistas?

A más tardar el lunes 18 los partidos, movimientos y agrupaciones deben depositar en la Junta Central Electoral sus propuestas de alianzas y coaliciones, y todo apunta a que no habrá sorpresas porque ya las posibles combinaciones están definidas. Se trata de amarres que han montado en la misma guagua que conduce a las elecciones de febrero y de mayo de 2020 a supuestos grupos “progresistas” que la empujan aliados con los partidos tradicionales. Y lo peor: hacen causa común con la agenda conservadora y con sectores retardatarios. No hay manera de distinguir ahora, entre discursos sosos y fofos, las posiciones “progresistas”, porque lo que existe es un pacto con el pasado para mantener intacto el actual orden de cosas.