alimentación contra la osteoporosis
Además, una dieta que incluya suficiente calcio, combinada con otras estrategias nutritivas adecuadas, puede prevenir la mitad de las fracturas causadas por la osteoporosis, una dolencia común en las mujeres de edad avanzada, y que causa la pérdida de masa ósea y el aumento de la fragilidad de los huesos.
Cada hueso es un tejido vivo que necesita varios nutrientes para conservar su fuerza y elasticidad. Hay que alimentarlo bien.
Además del denominado mineral blanco, entre los nutrientes fundamentales para la salud ósea, figuran las vitaminas A, C y D, y minerales como el fósforo, el magnesio, el flúor y el cobre.
La leche y sus productos lácteos derivados como el queso, el yogur o el suero de leche (conviene elegir las variedades "desgrasadas"), así como la soja y también el zumo de naranja o el pan enriquecidos o fortificados con calcio, figuran entre las principales fuentes alimenticias de mineral cálcico.
Distintos estudios indican que las mujeres de los países industrializados consumen bastante menos de los entre 1.000 y 1.500 miligramos de calcio que necesitan cotidianamente. Las dietas de los varones no aportan más mineral que las femeninas por lo que los expertos vaticinan, que la osteoporosis tendrá cada vez más víctimas masculinas en el futuro próximo.
Incorporar una proporción adecuada de calcio a la dieta diaria no resulta tan complicado como puede parecer, ya que numerosos alimentos vienen enriquecidos con este mineral.
Si una persona requiere al día 1.000 miligramos de calcio, los expertos aconsejan que incluya en su dieta tres productos con un alto contenido de este mineral; si sus necesidades diaria son de 1.500 miligramos de calcio, le convendrán incorporar a su alimentación cuatro alimentos ricos en esta sustancia.
Si a esto se le suma el calcio que ingiere en sus comidas habituales, la persona puede estar segura de que está cumpliendo una dieta encaminada a reforzar su estructura ósea.
La leche y sus productos lácteos derivados como el queso, el yogur o el suero de leche (conviene elegir las variedades "desgrasadas"), así como la soja y también el zumo de naranja o el pan enriquecidos o fortificados con calcio, figuran entre las principales fuentes alimenticias de mineral cálcico.
Distintos estudios indican que las mujeres de los países industrializados consumen bastante menos de los entre 1.000 y 1.500 miligramos de calcio que necesitan cotidianamente. Las dietas de los varones no aportan más mineral que las femeninas por lo que los expertos vaticinan, que la osteoporosis tendrá cada vez más víctimas masculinas en el futuro próximo.
Incorporar una proporción adecuada de calcio a la dieta diaria no resulta tan complicado como puede parecer, ya que numerosos alimentos vienen enriquecidos con este mineral.
Si una persona requiere al día 1.000 miligramos de calcio, los expertos aconsejan que incluya en su dieta tres productos con un alto contenido de este mineral; si sus necesidades diaria son de 1.500 miligramos de calcio, le convendrán incorporar a su alimentación cuatro alimentos ricos en esta sustancia.
Si a esto se le suma el calcio que ingiere en sus comidas habituales, la persona puede estar segura de que está cumpliendo una dieta encaminada a reforzar su estructura ósea.